Hoy me doy cuenta que te vas, mejor dicho, que volvés. Y me acordé de tantos ristrettos invertidos, tantas mañanas de sábado escuchando confesiones de alcoba, anécdotas de tu hijo y carcajadas. Esa risa franca y contagiosa. Tus cachetes. Juana corriendo por la calle haciendo caso omiso a mis desesperados pedidos para que se detenga, para que pare…y vos riéndote desde la vereda de enfrente. Me acordé de esta canción, preludio de aquellas vacaciones irrepetibles. Y de la imagen de tus brazos extendidos pidiéndole a los gritos al mar que me devuelva salvo a la playa de Copa. De todo corazón, que seas muy, muy feliz, porque te lo mereces.
No hay comentarios:
Publicar un comentario